¿Mi peludo genera huella de carbono?
Los peludos se han convertido en el mejor amigo del hombre en los últimos años y gracias a esto, ellos se han visto beneficiados en muchos aspectos de su vida, ya no solo los alimentamos sino que les compramos juguetes, accesorios, ropa, cuidamos de su salud y de su físico, hasta su salud mental y comportacional y aunque suena maravilloso, el consumo excesivo e inconsciente de la industria de las mascotas de compañía se suma a la destrucción del medio ambiente.
¿Crees que suena exagerado?
El enorme consumo de recursos es el causante de un volumen de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera equivalente al de 13,6 millones de vehículos de motor. (Solo hablando en estados unidos) y seguro te preguntarás ¿De dónde viene todo ese GEI ? Pues de las compras de artículos como camas ergonómicas, shampoo de manzanilla, regalos con sabor a tocino y otros artículos que resultan en un total de 47 miles de millones de dólares y 64 millones de toneladas de dióxido de carbono al año. (nuevamente, solo en estados unidos) (Ecoavant, 2019).
Pero Pepe y… ¿Qué es la huella ecológica o de carbono? Este término hace referencia a la superficie de tierra o de agua necesaria para producir los recursos necesarios y procesar los residuos obtenidos en la vida de un ser vivo.
¿Qué es GEI? Son los gases de efecto invernadero, esto es una Subida de la temperatura de la atmósfera que se produce como resultado de la concentración en la atmósfera de gases, principalmente dióxido de carbono.
Además, existe un término denominado mascotismo, el cual hace referencia a toda actividad relacionada con la posesión de mascotas, y al desarrollo de una economía, cada vez más vigorosa, alrededor de los servicios por y para los animales domésticos. Ejemplos de estas actividades son hospitales, hoteles, cementerios, etc., exclusivo para ellos, por no hablar de entornos únicos para perros como lo son algunas playas y parques. Todo esto implica una huella ecológica significativa, y al mismo tiempo un grave impacto para la fauna autóctona (Ecologistas en acción, 2019).
Para regular y reducir la huella ambiental de las mascotas, existen algunas alternativas que podemos empezar a practicar:
Elige bolsas ecológicas: En los últimos años han surgido alternativas ecológicas en las bolsas para recoger los desechos fecales de los peludos; son bolsas biodegradables y libres de contaminantes.
Recoge los residuos fecales: Se trata de una educación cívica que envuelve a la convivencia social con el objetivo de reducir la incidencia de infecciones, plagas y enfermedades.
Adopta NO compres: En la calle y perreras existen muchos animales en espera de ser adoptados. En vez de comprar en función de una raza, adoptar a un peludo puede no sólo reducir la huella ecológica sino, también, permite que haya más alimentos, juguetes, cuidado médico y personal para ayudar a otras mascotas necesitadas. También se evita la propagación de enfermedades de las perreras e incluso de los animales callejeros.
Regular la comida diaria de los peludos: Muchos peludos tienen más peso de lo que su raza, edad o salud requerirían, resultando, en ocasiones, en una serie de costosas complicaciones, por ende no hay nada mejor que alimentar a tu peludo con las cantidades que exactas. Si tu peludo consume alimentación barf, tú puedes hacerlo por tu propia cuenta y comprar los ingredientes en tiendas campesinas. Entre más orgánico mucho mejor.
Antes de comprar una marca, revisa: si son alimentos, recuerda que tu peludo no necesita una fuente de proteína que sepa a pollo y camarones, con que sea rica en nutrientes y cumpla las necesidades de tu peludo es más que suficiente. Si son juguetes, accesorios o ropa, compra solo lo que tu peludo por necesidad requiere, no olvides que es mucho mejor comprar LOCAL. En la ciudad que estes, en el continente que te encuentres, siempre será mejor local.
Hagamos ejercicio juntos: Compartir la vida con una mascota es la excusa idónea para pasear y dejar a un lado el automóvil. Ir al veterinario, hacer recados o ir al parque… son actividades a las que se puede ir caminando o en bici, es una buena fórmula para reducir el uso del coche y por tanto de sus emisiones nocivas.
Compra consciente: Si vas comprar accesorios, juguetes, ropa o alimento observa los empaques, si son :amigables, reciclables o reutilizables, incluso que no tengan empaque, así se puede evitar que tengan un mayor impacto en el medio ambiente.
Y tú… te consideras un peludo amigable con el medio ambiente?